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LA LUZ AZUL: El síndrome visual informático y sus soluciones

Prevencia ImagenBuenas a tod@s de nuevo.

Hoy os presentamos un artículo elaborado por D. Raúl Pascual, Óptico-Optometrista colegiado nº3889 y Gerente de Grupo Audioptica. Trata sobre los efectos de la luz azul que utilizan todos los dispositivos electrónicos.

Vivimos conectados casi veinticuatro horas, es un hecho. Televisiones, móviles, ebooks, tabletas y otras pantallas inundan nuestras vidas trayendo nuevas oportunidades, nuevos hábitos y con ellos también problemas añadidos.

Toda la población ha adquirido  nuevos hábitos tecnológicos, mayores, jóvenes y niños. En mayor o menor medida todos usamos pantallas, el 90% de la población es multipantalla.

La media diaria de uso de pantallas (ordenadores, tabletas o televisión) es de 5 horas y más los nativos digitales, nuestros niños y jóvenes. Todas estas plataformas  vienen con iluminación led y están emitiendo longitudes de onda muy especificas de gran intensidad, entre la que se encuentra la luz azul.

Como  ejemplo, se ha calculado de media que  un niño a la edad de 7 años habrá pasado el equivalente de un año entero  mirando una pantalla, con el agravante de que su cristalino hasta los 14 años no filtrará bien la luz azul.

Además la distancia a la que colocamos los dispositivos es  ultrapróxima, el 95% de la población utiliza el portátil a una distancia media de sus ojos de 63 cm., con un mínimo de 38 cm. y un máximo de 88 cm.

La luz azul que emite el sol y también las fuentes luminosas artificiales como bombillas led, pantallas de televisión, smartphone, tabletas y ordenadores, tienen una longitud de onda comprendida entre 380 y 500 nm. Próximos a la luz azul están los rayos ultravioletas (UV) que están muy presentes en nuestras vidas, que son invisibles a la vista, pero que pueden causarnos quemaduras en nuestra piel y daños en los ojos, por ello nos protegemos evitando estar largas exposiciones al sol, usando cremas protectoras en el caso de la piel y utilizando gafas de sol, que absorben estos rayos UV en el caso de nuestros ojos.

Pero la luz azul también tiene efectos positivos, lo explica el profesor Steven Lockley, neurocientífico de la escuela de medicina de Harvard, que en 2003 estudio que ocurría si  exponía a un grupo de personas durante 6,5 horas a luz azul, comparándolo con otras que pasaban el mismo tiempo expuestas a luz verde, resultando que los que estaban con la luz azul regulaban mejor la síntesis de la melatonina, una hormona que ayuda a nuestros ritmos circadianos (alternancia entre el sueño y la vigilia).

No podemos olvidar que un exceso de luz azul puede dañar nuestra retina ya que con las nuevas tecnologías entra sin ser filtrada a nuestros ojos debido a lo cerca que lo estamos viendo, forzando una mayor acomodación. Nuestros ojos se protegen de forma natural mediante el cristalino, la lente interna del ojo, y a través de un pigmento amarillento que tenemos en la retina, haciendo  que buena parte de esta luz azul no llegue a las células sensibles de la retina. Sin embargo, esta protección natural normalmente no es suficiente, ocasionando que esta luz azul sea responsable de una de las causas de  DMAE (degeneración macular asociada a la edad)  y de la formación de cataratas.

Actualmente podemos hablar ya del síndrome visual informático, que se produce porque al mirar una pantalla tenemos los ojos especialmente abiertos y además disminuimos notablemente la frecuencia de parpadeo, lo que conlleva una disminución de segregación lagrimal, produciendo ojos secos, irritación y enrojecimiento, sensibilidad a la luz, visión borrosa, dificultad para reorientar los ojos, dolores de cabeza y cansancio ocular.

El doctor Petra Kunze, oftalmólogo, verificó en sus estudios que la única forma posible de protegernos de esta luz azul es poner unos filtros entre  las fuentes luminosas que la emiten y nuestros ojos. A la vez, recomienda a partir de los 40 años hacer curas de complementos alimenticios a base de luteína, vitamina E, zinc y antioxidantes para reparar los  fototraumatismos.

Es por esto que los laboratorios de lentes ya ofrecen gafas de protección selectiva. Actualmente ofrecemos a nuestros clientes varios productos que ayudan al ojo en el esfuerzo que deben realizar para enfocar bien durante el uso de las pantallas, reduciendo la fatiga visual, así como lentes que filtran la luz azul violeta, la perjudicial, y dejan pasar la luz azul turquesa que tiene efectos beneficiosos sobre la retina y que además no regula el reloj biológico interno. Estas lentes tienen un ligero reflejo violeta. Su eficacia ha sido demostrada al mejorar el envejecimiento prematuro del ojo y como protección de las células de la retina, sobre todo en personas con antecedentes con DMAE.

Avanzamos que en los próximos meses ya se comercializarán nuevas lentes sin ese reflejo violeta indicado en el artículo. Si necesitas más información no dudes en acercarte a tu Centro Audioptica más cercano y preguntar a tu Óptico-Optometrista de confianza.

Hasta pronto.


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