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Hoy os traemos un artículo aparecido en Vida y Salud que trata el tema de las alergias que pueden afectarnos a los ojos, las maneras de prevenirlas y de tratarlas.
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25 de octubre, 2011
En cuestión de alergias, la nariz no está sola. Si pensabas que los únicos síntomas de alergia son la congestión, el goteo nasal y los estornudos, te equivocas. Si un día amaneces con los ojos enrojecidos que te pican, te arden y te lagrimean, y/o con los párpados inflamados, tienes todas las señales de una alergia ocular o conjuntivitis alérgica. De momento, una compresa de agua fría puede aliviar los síntomas, pero a largo plazo necesitas identificar qué te la produce y aprender a combatir los síntomas.
Los ojos son órganos muy sensibles y delicados. Cualquier cosa que los irrite resulta extremadamente molesta: imagina la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo, una especie de arenilla que se añade a la picazón que te hace restregarlos continuamente, y ni hablar del enrojecimiento y la inflamación. ¿Cómo salir a la calle con semejante aspecto? Pues bien, una de cada cinco personas (en los Estados Unidos) padece de alergias que les afectan los ojos y que se conocen como alergia ocular o conjuntivitis alérgica. Aunque pueden provocar visión borrosa, la buena noticia es que los síntomas de esta condición, aunque son muy molestos, no afectan permanentemente la vista, a diferencia de otras infecciones en los ojos que sí pueden dañarla y a veces dan los mismos síntomas. Por eso, si no encuentras alivio y mejoría con los medicamentos de venta libre para las alergias y las estrategias para evitarla, conviene que consultes cuanto antes con el oftalmólogo (el médico especializado en los ojos) o con tu médico de cabecera.
¿Por qué suceden?
La función del sistema inmunitario o inmunológico (el de defensa) es proteger al organismo de sustancias dañinas como los virus y las bacterias. Este sistema también reacciona y actúa ante sustancias extrañas, llamadas alérgenos (a los que la persona es alérgica) que por lo general son inofensivas y no causan ningún problema en la mayoría de las personas. Pero en una persona alérgica, el sistema inmunitario es hipersensible y reacciona de forma extrema. En el caso de la alergia ocular (de los ojos), el problema comienza cuando la conjuntiva (la membrana que recubre la parte interna del párpado y la parte blanca del ojo) entra en contacto con un alérgeno. En su intento de combatir lo que percibe como un ataque, el sistema inmunológico crea anticuerpos que causan que el ojo libere histaminas y otras sustancias para combatir el alérgeno. Eso es lo que provoca el enrojecimiento, la picazón y el lagrimeo, molestias que pueden ocurrir independientemente o en combinación con los síntomas de la alergia nasal.
Los dos tipos de alergia ocular
Hay dos tipos de alergia ocular: la estacional y la más común, la perenne. La alergia estacional ocurre solamente en algunas estaciones del año que coinciden con las épocas en que hay más esporas y polen en el aire (primavera u otoño), mientras que la perenne ocurre durante todo el año. Sus causas más comunes son la exposición a los ácaros del polvo, plumas, caspa, células muertas de la piel de los animales, humo, contaminación ambiental y también a perfumes, cosméticos y ciertas medicinas. Por lo general, la persona alérgica puede identificar qué le provoca el brote de alergia: un paseo por el jardín, cargar a una mascota, aspirar polvo o estar expuesta a algunos productos de limpieza. Pero si las causas no resultan obvias, a veces, una prueba de sangre puede determinarlas con mayor facilidad. Es muy importante saber qué produce la reacción alérgica para poder aislar y evitar lo que la desencadena.
Ambos tipos de alergia producen los mismos síntomas, sólo que se experimentan en distintas épocas y son causados por distintos alérgenos. La picazón es casi siempre un síntoma que indica que se trata de una alergia ocular o conjuntivitis alérgica, que también puede ir acompañada de:
-Enrojecimiento de los ojos
-Lagrimeo
-Visión borrosa
-Sensación de ardor
-Secreción y/o párpados pegados
¿Cómo se evita la alergia ocular?
Lo más importante es que la persona trate de limitar la exposición al alérgeno que estimula la reacción. Para eso:
– Si te afecta el polen, evita salir al exterior cuando el conteo de polen es mayor (generalmente a media mañana o al caer la noche). Mantén las ventanas de la casa cerradas y usa el aire acondicionado. Los ventiladores tienden a empeorar las crisis al esparcir polen, las esporas y el polvo en el aire. Si tienes que salir al exterior, usa gafas grandes de sol, para evitar que el polen toque los ojos. Si conduces un automóvil, cierra las ventanillas del auto.
– Si te afectan los ácaros del polvo, cubre el colchón y las almohadas con fundas antialérgicas. Lava con frecuencia la ropa de cama con agua caliente. Y si el colchón ya tiene varios años de uso (10 o más), considera comprar uno nuevo. La mayoría de los colchones viejos son una verdadera colonia de alérgenos.
– Mantén el piso muy limpio, sin polvo. Además de barrer o pasar la aspiradora, conviene que lo limpies con un trapeador húmedo para recoger todas las partículas de polvo. Si tu alergia es severa, considera eliminar las alfombras y sustituirlas por pisos de madera o losa. De igual forma, evita, en lo posible, las cortinas de tela que tienden a acumular polvo y/o humedad.
– Trata de evitar la humedad dentro de la casa para evitar el moho. Limpia la cocina y el cuarto de baño con una solución que contenga cloro para eliminar todo el moho que sea posible.
– Si tu mascota es la que te provoca las alergias, evita que entre al dormitorio. No le permitas que duerma en tu cama.
Para aliviar los síntomas
A veces, no basta con evitar los desencadenantes (alérgenos) de la reacción alérgica y hay que usar medicamentos, ya sea de venta libre o por receta médica.
– Evita frotarte los ojos, que los irrita todavía más. Para aliviar la picazón, la inflamación y el ardor, usa compresas frías.
– Los enjuagues con agua salina y las gotas lubricantes para los ojos que se pueden comprar sin receta, ayudan a aliviar los ojos irritados y a sacar las partículas de los ojos.
– También encontrarás en la farmacia gotas descongestionantes para los ojos que eliminan el enrojecimiento. Algunas arden un poco al aplicarlas y no alivian todos los síntomas. De hecho, es posible que si las usas por durante mucho tiempo, tengan un efecto de “rebote” y aumenten aún más en enrojecimiento.
– Las gotas para los ojos que contienen ketotifen o ketotifeno pueden aliviar los síntomas hasta por unas 12 horas. Estas no causan el efecto de rebote, aunque las uses por temporadas largas.
– Si refrigeras las gotitas sentirás más alivio al aplicarlas.
– También puedes probar antihistamínicos orales (tomados) como el Claritin (loratadine) y el Zyrtec (cetirizine), que te aliviarán a largo plazo y generalmente no dan sueño.
Si no te mejoras con estos medicamentos, tu médico y/o tu oftalmólogo puede recetarte otras gotas más potentes para aliviar los síntomas. Sigue cuidadosamente las instrucciones y no te olvides de lavarte muy bien las manos antes y después de las aplicártelas.
Lo ideal es que puedas encontrar un método efectivo para evitar la exposición a lo que causa tu reacción alérgica. Si puedes identificarlos y mantenerlos a raya, los síntomas mejorarán considerablemente. Recuerda que si no se alivian con estas recomendaciones o si aparecen otros síntomas, debes consultar de inmediato con tu médico para identificar las causas del problema. Podrían no ser alergias o, si las alergias son muy severas, podrían requerir tratamientos recetados.
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Bueno, os dejamos, ¡hasta la próxima!.