Los oídos en verano: un enemigo oculto

La llegada del calor nos ofrece diversión, alegría y… ¡mucha agua! Piscinas y playas son de los lugares más frecuentados en la época estival. Porque, ¿a quién no le gusta un baño en la piscina para combatir el calor? No obstante, es conveniente saber que un exceso de chapuzones puede antojarse algo peligroso para nuestros preciados oídos. Desde una simple pero molesta otitis hasta daños permanentes en el tímpano, por lo que es importante asegurarse de conocer las formas de evitarlas, así como sus remedios.

Persona Hombre Rostro - Imagen gratis en Pixabay

¿Sabías cuál es una de las principales razones por las que se produce la otitis?

Es de las causas más graves de una otitis, y todo lo provoca una bacteria conocida como pseudomonas aeruginosa. Permanece presente en el agua, y desde ahí se traslada hasta el conducto auditivo o la membrana timpánica, donde causa una infección que puede producir un dolor tremendo, supuración o incluso la pérdida de audición. 

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Las zambullidas suelen ser las acciones más comunes de los jóvenes en los paraderos acuáticos. Si bien ofrecen una dosis de adrenalina, un frescor placentero, y a simple vista carecen de repercusión negativa, las realizadas a gran altura pueden dañar la membrana timpánica. Sabido esto, aquellas personas propensas al dolor de oídos frecuente han de tener especial cuidado ya que, de tener un impacto notable, podrían sufrir la rotura del tímpano o de alguno de los huesos del oído medio.

Por otro lado, sumergirse es otro habitual cuando estás en el agua. Ya sea para bucear o simplemente refrescarse completamente. Una vez más hay que aclarar que toda previsión es buena. Cuando el cuerpo se encuentra en una inmersión, la presión de la parte externa de la membrana timpánica se eleva y puede decantar una descompensación de presión entre las partes de los oídos, lo que propiciaría una rotura. La rotura de tímpano tiene como consecuencias dolores, sangrados, daños en la audición y pérdidas de equilibrio. Sensaciones que naturalmente, nadie quiere vivir.

Los cambios de temperatura bruscos son otro enemigo del verano. Éstos pueden llegar a causarte otitis medias agudas, congestiones o catarros. El origen de estas enfermedades se encuentra en los cambios de la mucosa provocados por la alteración de los vasos sanguíneos, que, al percatarse de una fuerte variación de la temperatura, provocan que la mucosa se vea mucho más expuesta a las infecciones exteriores.

Así pues, desde Audioptica volvemos a hacer hincapié en que, toda diversión es positivo, pero nunca está de más conocer nuestro cuerpo y nuestros sentidos, en especial el oído. Al fin y al cabo, la audición la vía habitual para adquirir el lenguaje, uno de los más importantes atributos humanos y, ¡el que nos hace disfrutar tanto de la música de los festivales veraniegos!


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