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Presentamos las nuevas lentes de contacto Biofinity Energy
Hola amig@s, buenos días.
¿Utilizáis móviles, tabletas, ordenadores,… ? Seguro que es una pregunta fácil de responder porque ¿quién no utiliza esos dispositivos hoy en día?. Y seguro que muchas horas cada día.
Y ¿usáis lentes de contacto?. Y al final del día ¿tenéis los ojos secos, cansados, irritados,…? Seguro que a esta pregunta también contestáis muchos que si.
CooperVision ha sacado una nueva lente de contacto, Biofinity Energy, especial para todos los usuarios de los dispositivos digitales. Os presentamos un vídeo sobre la nueva lente.
Si queréis más información o probarla acudid a vuestro centro Audioptica más cercano y nuestros profesionales os aconsejarán sobre ella.
Hasta pronto.
Saludos.
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¿A qué se debe el aumento de la miopía en todo el mundo?
Tener vista corta eleva el riesgo de padecer enfermedades que afectan a la visión como el desprendimiento de retina
Durante el último siglo la miopía ha crecido hasta alcanzar proporciones epidémicas. En el sureste de Asia, afecta ahora a casi el 90% de los estudiantes al acabar la educación obligatoria. En Occidente las cifras no son tan exageradas, pero parece aumentar de forma similar. Hemos descubierto que casi la mitad de los europeos de 25 a 29 años son miopes, y el porcentaje se duplica entre los nacidos en la década de 1960, si se los compara con los nacidos en la de 1920.
De modo que ¿cuál es la causa de la miopía? ¿Por qué se está volviendo tan extremadamente frecuente? ¿Y qué se puede hacer para reducir el número de personas afectadas por este problema?
La vista corta suele aparecer durante la infancia, y se produce cuando el ojo crece demasiado a lo largo (“miopía axial”). La consecuencia es una visión lejana borrosa que exige una corrección con gafas, lentes de contacto o cirugía refractiva con láser, lo que conlleva molestias y gastos. Además, ser miope eleva el riesgo de padecer enfermedades que afectan a la visión como el desprendimiento de retina y la degeneración macular miópica (disminución de grosor de la zona central de la capa del ojo que capta la luz).
El aumento de la incidencia de la miopía provocará más casos de ceguera en el futuro.
Unos cuantos sospechosos
Aunque los genes son importantes a la hora de predecir el riesgo de miopía, no explican por sí solos la reciente epidemia. Algunos de los factores de riesgo de la miopía son la educación superior, el esfuerzo visual a corta distancia, vivir en una ciudad, y pasar poco tiempo al aire libre.
Antes se pensaba que el esfuerzo visual a corta distancia, que conlleva una lectura prolongada en la que se enfocan los objetos de cerca, era el principal culpable. Pero el tiempo de lectura no parece ser un factor de riesgo considerable, ya que no se relaciona claramente con la aparición ni la evolución de la miopía, según las investigaciones. El tiempo que se pasa al aire libre parece ser más importante, pero no se sabe con certeza por qué ejerce un efecto protector. ¿Podría tener algo que ver con la luz solar brillante, el hecho de enfocar los objetos de lejos o incluso la producción de vitamina D en la piel? No lo sabemos. La cantidad de tiempo que se dedica a la educación parece ser muy importante; el riesgo de miopía se duplica entre quienes tienen formación universitaria, comparado con el de quienes dejan de estudiar a los 16 años.
Pero ¿explican estas relaciones el hecho de que la miopía se esté volviendo tan frecuente? Debe de haber algo en el estilo de vida moderno que propicie esta epidemia. Los seres humanos hemos sufrido muchas adaptaciones evolutivas beneficiosas para garantizar que estamos bien adaptados a nuestro modo de vida. De modo que ¿están nuestros ojos, y quizá nuestro cerebro, adaptándose al estilo de vida urbanita, con sus largas horas ante el ordenador, su intensa formación y su menor cantidad de tiempo al aire libre? (Está claro que ya no tenemos que otear el horizonte en busca de comida). La respuesta es: probablemente no. El fenómeno de la adaptación evolutiva tiene lugar durante intervalos de tiempo mucho más largos, pero nos lleva a preguntarnos por el efecto que la vida moderna ejerce sobre nuestros ojos.
Es probable que la tecnología, como los ordenadores, las tabletas y los teléfonos móviles, no tenga la culpa; la tendencia abarca el siglo XX y, en el Asia urbana, la epidemia ya era evidente en la década de 1980. El nivel educativo ha aumentado durante el último siglo, pero el “nivel de formación más alto alcanzado” no explica por sí solo la tendencia. Puede que hayamos llegado a un equilibrio peligroso de cercanía frente a lejanía y de interior frente a exterior.
La búsqueda continúa
Aunque nosotros no propondríamos que se limitase la formación superior ni el esfuerzo visual de cerca para reducir la incidencia de la miopía, algunos cambios en las prácticas educativas sí podrían ser de ayuda. Por ejemplo, en estudios llevados a cabo en el sureste de Asia, donde los niños suelen tener muchas clases extraescolares, se ha visto que los recreos más largos al aire libre contribuyen a que se reduzca la incidencia de la miopía. En un estudio llevado a cabo en China, se vio que los niños de primaria que pasaban 40 minutos más al aire libre tenían un 23% menos de probabilidad de sufrir miopía (durante un periodo de tres años) que los que no lo hacían. Así que tal vez podríamos plantearnos el objetivo de dos horas diarias al aire libre.
No cabe duda de que se están produciendo cambios en la anatomía de los ojos como consecuencia directa de la vida moderna; había menos miopía cuando la gente llevaba una vida más rural y antes de la educación masiva de la segunda mitad del siglo XX. Existe una necesidad acuciante de entender el modo en que nuestro entorno, posiblemente en conjunción con los genes, aumenta el riesgo de sufrir miopía. Nosotros y otros investigadores estamos tratando de responder a estas preguntas, con la esperanza de reducir la carga cada vez mayor de la miopía en el futuro.
Publicado por El País el día 3 de Agosto de 2016
Chris Hammond es profesor de oftalmología en el King’s College London.
Katie Williams es investigadora de oftalmología del MRC, en el King’s College London. Este artículo fue publicado originalmente en inglés en la web The Conversation. Traducción de News Clips.
¿Cómo ven los bebés?
Hola amig@s.
Hoy os traemos una post que apareció hace unos días en el Blog “No sin mis gafas” que os ayudará a comprender cómo es la visión de los bebés cuando nacen y ejercicios para ayudarles a mejorar este órgano tan importante.
Al nacer un bebé su vista no está completamente desarrollada y es, con el paso de los días, que este sentido le permitirá definir formas, colores y contrastes.
Aproximadamente el 80% de la información que recibimos llega a través de los ojos. Esto es especialmente importante durante la infancia, ya que es la etapa en la que el ser humano más desarrolla su capacidad de aprendizaje. Las formas, los colores, los rostros, la luz… Todos los estímulos visuales son nuevos e interesantes para el pequeño.
Es importante saber cómo es su visión:
- Los ojos del recién nacido son muy inmaduros. Hay que tener en cuenta, además, que ha pasado nueve meses en el útero materno, donde se filtraba muy poca luz. Por eso, al nacer, la luz le resulta incómoda; cierra habitualmente los ojos para defenderse de ella, sobre todo cuando es demasiado fuerte o directa.
- Aproximadamente en las dos primeras semanas lo ve todo bastante borroso y sólo puede empezar a percibir aquello que se mantiene cerca de sus ojos, a unos 20 cm; una distancia más que suficiente para ver por primera vez el rostro de su madre.
- En los primeros días sólo ve en blanco y negro y, hacia la sexta semana, empieza a distinguir los colores rojo y verde. A los 5-6 meses ya aprecia el amarillo y el azul. En este tiempo distingue mejor los colores cuando son fuertes y contrastan entre ellos.
- Los músculos que permiten los movimientos oculares también tienen que ganar tono en estos meses. Cuando nace no es capaz de mantener los ojos quietos y no puede seguir un objeto con la mirada hasta los seis meses. Además, le resultará más fácil seguirlo de lado a lado que de arriba abajo.
- Debido a la falta de tono en los músculos oculares y, también, a que su cerebro aún no “sabe” enviar las órdenes para controlar los ojos, muchos bebés no los coordinan y los mueven hacia dentro o hacia fuera. A veces lo que ocurre es que el bebé es muy chato y la piel del pliegue nasal tapa un poco sus ojos, dando la impresión de que se tuercen hacia dentro cuando, en realidad, están mirando al frente. Se conoce como falsos estrabismos.
- En los primeros meses,lo normal es que el niño presente algún error refractivo (El 75% son hipermétropes y el 25% miopes) pero, la mayoría desaparecen solos sin necesidad de corrección. Es fundamental que el bebé pase su primera revisión visual a los 6 meses. El especialista determinará si todo es normal o hay algo que corregir ¿Sabías que la mayoría de los problemas visuales del niño desaparecen si siguen una corrección adecuada antes de los 7 años? ¡No dejes que se pierda ninguna visita al óptico!
Ejercicios para una buena visión
Realizar ejercicios visuales con el peque aumenta sus posibilidades de adquirir y mantener una buena visión:
- ¡Hazlos girar!Todavía es demasiado pequeño para jugar con pelotas y balones pero le encantarán, sobre todo las que tienen colores vivos y en fuertes contrastes. A partir de los seis meses podrá seguir su recorrido con los ojos.
- Fijando formas.Aprovecha el interés que suscitan los peluches en él para señalarle diferentes formas y partes del cuerpo como la cabeza, los ojitos, las orejitas… Toda esta información le resultará muy útil cuando empiece a desarrollar el vocabulario.
- Leyendo imágenes.Los libros con grandes fotos os resultan atractivos a los dos. Pon a tu peque en el regazo y ve pasando páginas, explicándole las imágenes que contiene, nombrando los colores… Hoja a hoja tu hijo se irá familiarizando con el contacto del papel y descubrirá el placer de ver imágenes coloridas.
- Más que peluches.Los juguetes que no son de felpa (de madera, por ejemplo) ofrecen un montón de diversión. Elige uno y diviértete mostrándoselo a tu peque, describiendo su forma, sus colores, agitándolo delante de él, dejando que lo coja, que lo toque… De este modo, además, irá conociendo diferentes texturas de manera táctil y, también, visual.
- Descubriendo el arte.Los dibujos que haces en un papel serán para tu hijo más valiosos que un Picasso. Le encanta verte dibujar y, antes de lo que esperas, te quitará las pinturas para hacer algunos trazos ¡A ver qué tal se le da! Dibujar le ayudará a mejorar la coordinación ojo mano y, con el tiempo, mejorará su motricidad fina, la que le permite coger objetos haciendo la pinza con la mano.
- Magia en tus manos Las manos pueden ser un juguete muy divertido. Haz sombras chinescas con ellas, chasquea los dedos al ritmo de la música o de tu propia voz. Tu hijo sorprenderá maravillado con tus ocurrencias y a ti te encantará ver sus caras de sorpresa.
Además… No podíamos terminar este post sin recordarte la importancia de proteger los ojos de los bebés del sol. Debes saber que, antes de cumplir 1 año el 90% de los UVA y más del 50% de los UVB alcanzan la retina. Por eso es fundamental que protejas sus ojos del sol con la capota del cochecito, un pañuelo, una gorra…
Ya sabéis que es importante cuidar la Salud Visual para evitar posibles enfermedades en el futuro. Os esperamos en Audioptica para realizaros una completa revisión antes de iros de vacaciones.
Hasta pronto.
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LA LUZ AZUL: El síndrome visual informático y sus soluciones
Buenas a tod@s de nuevo.
Hoy os presentamos un artículo elaborado por D. Raúl Pascual, Óptico-Optometrista colegiado nº3889 y Gerente de Grupo Audioptica. Trata sobre los efectos de la luz azul que utilizan todos los dispositivos electrónicos.
Vivimos conectados casi veinticuatro horas, es un hecho. Televisiones, móviles, ebooks, tabletas y otras pantallas inundan nuestras vidas trayendo nuevas oportunidades, nuevos hábitos y con ellos también problemas añadidos.
Toda la población ha adquirido nuevos hábitos tecnológicos, mayores, jóvenes y niños. En mayor o menor medida todos usamos pantallas, el 90% de la población es multipantalla.
La media diaria de uso de pantallas (ordenadores, tabletas o televisión) es de 5 horas y más los nativos digitales, nuestros niños y jóvenes. Todas estas plataformas vienen con iluminación led y están emitiendo longitudes de onda muy especificas de gran intensidad, entre la que se encuentra la luz azul.
Como ejemplo, se ha calculado de media que un niño a la edad de 7 años habrá pasado el equivalente de un año entero mirando una pantalla, con el agravante de que su cristalino hasta los 14 años no filtrará bien la luz azul.
Además la distancia a la que colocamos los dispositivos es ultrapróxima, el 95% de la población utiliza el portátil a una distancia media de sus ojos de 63 cm., con un mínimo de 38 cm. y un máximo de 88 cm.
La luz azul que emite el sol y también las fuentes luminosas artificiales como bombillas led, pantallas de televisión, smartphone, tabletas y ordenadores, tienen una longitud de onda comprendida entre 380 y 500 nm. Próximos a la luz azul están los rayos ultravioletas (UV) que están muy presentes en nuestras vidas, que son invisibles a la vista, pero que pueden causarnos quemaduras en nuestra piel y daños en los ojos, por ello nos protegemos evitando estar largas exposiciones al sol, usando cremas protectoras en el caso de la piel y utilizando gafas de sol, que absorben estos rayos UV en el caso de nuestros ojos.
Pero la luz azul también tiene efectos positivos, lo explica el profesor Steven Lockley, neurocientífico de la escuela de medicina de Harvard, que en 2003 estudio que ocurría si exponía a un grupo de personas durante 6,5 horas a luz azul, comparándolo con otras que pasaban el mismo tiempo expuestas a luz verde, resultando que los que estaban con la luz azul regulaban mejor la síntesis de la melatonina, una hormona que ayuda a nuestros ritmos circadianos (alternancia entre el sueño y la vigilia).
No podemos olvidar que un exceso de luz azul puede dañar nuestra retina ya que con las nuevas tecnologías entra sin ser filtrada a nuestros ojos debido a lo cerca que lo estamos viendo, forzando una mayor acomodación. Nuestros ojos se protegen de forma natural mediante el cristalino, la lente interna del ojo, y a través de un pigmento amarillento que tenemos en la retina, haciendo que buena parte de esta luz azul no llegue a las células sensibles de la retina. Sin embargo, esta protección natural normalmente no es suficiente, ocasionando que esta luz azul sea responsable de una de las causas de DMAE (degeneración macular asociada a la edad) y de la formación de cataratas.
Actualmente podemos hablar ya del síndrome visual informático, que se produce porque al mirar una pantalla tenemos los ojos especialmente abiertos y además disminuimos notablemente la frecuencia de parpadeo, lo que conlleva una disminución de segregación lagrimal, produciendo ojos secos, irritación y enrojecimiento, sensibilidad a la luz, visión borrosa, dificultad para reorientar los ojos, dolores de cabeza y cansancio ocular.
El doctor Petra Kunze, oftalmólogo, verificó en sus estudios que la única forma posible de protegernos de esta luz azul es poner unos filtros entre las fuentes luminosas que la emiten y nuestros ojos. A la vez, recomienda a partir de los 40 años hacer curas de complementos alimenticios a base de luteína, vitamina E, zinc y antioxidantes para reparar los fototraumatismos.
Es por esto que los laboratorios de lentes ya ofrecen gafas de protección selectiva. Actualmente ofrecemos a nuestros clientes varios productos que ayudan al ojo en el esfuerzo que deben realizar para enfocar bien durante el uso de las pantallas, reduciendo la fatiga visual, así como lentes que filtran la luz azul violeta, la perjudicial, y dejan pasar la luz azul turquesa que tiene efectos beneficiosos sobre la retina y que además no regula el reloj biológico interno. Estas lentes tienen un ligero reflejo violeta. Su eficacia ha sido demostrada al mejorar el envejecimiento prematuro del ojo y como protección de las células de la retina, sobre todo en personas con antecedentes con DMAE.
Avanzamos que en los próximos meses ya se comercializarán nuevas lentes sin ese reflejo violeta indicado en el artículo. Si necesitas más información no dudes en acercarte a tu Centro Audioptica más cercano y preguntar a tu Óptico-Optometrista de confianza.
Hasta pronto.